Un CFD o contrato por diferencia es un producto apalancado de alto riesgo con el que sólo requiere que inviertas el margen requerido, y si tienes la posición abierta durante la noche, estarás incurriendo con cargas en el apalancamiento que obtienes.
Con los CFDs ganas acceso a un producto que sigue el precio de un activo subyacente. Es un contrato que te da la capacidad de comprar o vender a un precio inicial del activo que se sigue, para luego más tarde girar y cerrar la posición del contrato con la posición de compra o venta contraria en el mismo activo.
¿Para qué es un CFD?
Normalmente utilizarás los CFDs si quieres incrementar el apalancamiento. Haciéndolo, incrementas la cantidad de la operación y por tanto incrementas tus ganancias y pérdidas potenciales, haciendo la operación más arriesgada.
¿Cómo se utiliza un CFD?
Siendo un producto derivado de alto riesgo, es típicamente negociado en periodos de tiempo más bajos, desde intra-diario a intra-semanal o quizás por un período un poco más largo.
Los CFDs son ideales cuando se utilizan con estrategias de especulación de corto plazo. También puedes utilizarlos para cubrir la exposición de una cartera de acciones o ETFs. De esta manera cuando te cae el valor de las acciones o ETFs recuperas el perdido vía CFD.
Pero principalmente los CFD son utilizados generalmente para especular ya que son productos apalancados.
¿Por qué son buenos los CFDs?
Los CFD son un producto derivado, y por tanto te proveen con un incremento sustancial de tu poder de compra de la inversión, lo que hace que te permita disfrutar del cambio del precio a un nivel más elevado de lo que podrías si compraras por el mismo valor.
Atención con los CFDs
Los CFDs son instrumentos complejos y conllevan un alto riesgo de perder todo el capital debido al apalancamiento financiero. Debes tener claro que con CFDs puedes perder mucho dinero si tu posición es la equivocada, pero también puedes ganar mucho dinero.
Los CFDs están sujetos al cobro de intereses durante el período en el que mantienes la posición.
Piensa que el CFD es un contrato por diferencia entre tu y tu intermediario financiero, por tanto tu intermediario es tu contraparte. Ten cuidado con qué intermediario operas.
Conclusión
Los CFD pueden ser atractivos para inversores-especuladores con mucha experiencia en los mercados, que tengan un plan de inversión o una buena estrategia a largo plazo, y que entiendan los riesgos que conllevan.
Y tú, ¿has utilizado nunca este producto? Comenta aquí debajo.
Si te ha gustado, comparte en las redes sociales y haz like en mi página de facebook.