El ratio riesgo-recompensa forma parte de la fórmula magistral de toda inversión, ya que ayuda a determinar si tienes una estrategia beneficiosa a largo plazo.
Las operaciones que realizamos en nuestra operativa de inversión o de trading tienen una estadística que nos ayuda a definir si a largo plazo tenemos una estrategia ganadora.
Ratio riesgo-recompensa
Este ratio lo que hace es comparar los negocios u operaciones ganadoras con las perdedoras.
Si la operación media perdedora es de 1.000 euros y la operación media ganadora es de 2.000, tenemos un ratio riesgo-recompensa de 2.
Con este ratio, aunque la mitad de las operaciones sean perdedoras, tenemos una expectativa favorable.
Ahora bien, si sólo el 33% de las operaciones fueran positivas entonces para ganar a largo plazo, deberíamos subir el ratio riesgo-recompensa.
Como puedes ver, es crucial ver a largo plazo si tenemos una expectativa ganadora o no.
Cuanto mayor el ratio recompensa menos necesitamos acertar en nuestras inversiones para hacer dinero a largo plazo.
Es importante pues que sepas qué tipo de estrategia de inversión estás explotando.
Si una de mucha probabilidad de acierto con baja recompensa, o una con baja probabilidad de acierto y gran recompensa.
Cualquiera de las dos es valida, pero debes controlar cuidadosamente las estadísticas.
Para crear grandes ratios de riesgo-recompensa como inversor o trader deberás tener mucha paciencia con las operaciones ganadoras dejándolas correr durante en el tiempo.
Por el contrario, tendrás que ser muy impaciente con los negocios o inversiones negativas y cerrarlas una vez probado que no son provechosas.
El riesgo no es más que cuando te cuestan las inversiones negativas, y la recompensa es cuando te dan las inversiones positivas.
Busca siempre que por cualquier inversión u operación tengas unas expectativas ganadoras que multiplican unas cuantas veces las expectativas perdedoras y tendrás una estrategia ganadora a largo plazo.
Necesitas un ratio riesgo-recompensa favorable, y eso sólo lo conseguirás cortando rápidamente las pérdidas y dejando correr los beneficios, todo lo contrario de lo que hacen muchos inversores o traders.