En España la mentalidad inversora es muy diferente de la del mundo anglosajón. El 80% de los activos de los españoles se asigna a inmuebles, o sea vivienda principal y otros inmuebles.
Menos del 20% se asigna a activos financieros, como por ejemplo acciones cotizadas o no, fondos de inversión, planes de pensiones, seguros de vida, depósitos, etc.
La cultura empresarial anglosajona es mucho mayor y por lo tanto depositan la mitad de sus activos en acciones de empresas cotizadas o no, sea directamente o vía fondos de inversión.
Esto es debido a la tradición emprendedora y a que la mayoría de la población tiene claro que el único motor que mueve el país y que los puede llevar al bienestar es participar de una manera u otra a la creación de riqueza de las empresas.
En cambio, en España existe una cultura empresarial menor y una mayor confianza en las actividades laborales que dependen del estado, menos liberal y más intervencionista que en el mundo anglosajón.
Otro aspecto que hace que los españoles estén sobre expuestos a los inmuebles son los disgustos que ha dado el sector financiero últimamente.
A la banca no le gusta la volatilidad porque hace marchar a los clientes, y por ello ofrecen todo tipo de productos estructurados para reducirla. Confunden variación del precio con riesgo. Por eso la obsesión de la banca de vender estos productos de baja volatilidad.
Al final, el inversor en España piensa que es mucho más arriesgado invertir en bolsa que en productos bancarios menos volátiles o en inmuebles. Pero la verdad es que estos productos se han ido comportando de manera mediocre durante los últimos años. Y no hay que hablar de preferentes, etc. Todos sabemos cómo terminó.
Yo me quedo sin palabras al ver estas cifras. En los estados unidos por ejemplo el 45% está en activos financieros. Del 10% hasta el 45% hay mucho camino por recorrer.
Un correcto equilibrio patrimonial debería moderar la inversión en inmuebles y potenciar la financiera a los niveles estadounidenses. Un piso no genera riqueza, lo hacen las empresas, y el inversor debe aprender a beneficiarse de ello.
Si el inversor en España aún no lo ha aprendido, ya lo aprenderá cuando la pensión de jubilación sea escasa.
Aquí se canaliza a la masa a invertir en pisos y como mucho en productos estructurados para controlar el «riesgo» de la bolsa.
En EEUU se prohíbe vender estos productos exóticos y se canaliza al inversor minorista a invertir en renta variable a largo plazo, enseñando que la volatilidad es el precio a pagar por el rendimiento y que no significa necesariamente riesgo.
Allí la idea normal y buena es que invertir en bolsa es invertir en el futuro de las empresas.
Está claro que, si tienes varios inmuebles, los puedes alquilar y sacar un rendimiento, pero lo que no se puede hacer es concentrar el 90% del patrimonio en el mismo riesgo. Para que me entiendas hablo, del riesgo geográfico, local, país, ciclo económico del inmueble, riesgo de impagos, mantenimientos, impuestos, etc.
Lee [como de rendible és la inversión en inmuebles].
Diversificar adquiriendo partes de negocios de diferentes lugares del mundo es mucho mejor que comprar un piso y un apartamento. El mundo empresarial está formado por entes jurídicos adaptativos a los cambios.
Falta cultura financiera y se nota cuando ves cómo está diversificada la inversión en España.
Hay que empezar a invertir en inversiones financieras en todo el mundo y entender que la volatilidad no es igual a riesgo, riesgo es no saber qué haces, es comprar una acción y esperar sentado.
La volatilidad que tú puedes aceptar dependerá de tus condiciones personales, pero nunca debe ser entendido como riesgo si tienes una buena cartera bien diversificada a largo plazo.
I tu, ¿también estás sobreexpuesto a los activos inmobiliarios? Comenta aquí debajo.
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