Si no estás obteniendo los resultados que esperas de tus inversiones puede ser debido a que todavía tienes una mentalidad de inversor aficionado.
Estos son los ocho rasgos mentales que te ayudarán a averiguar qué tipo de inversor eres.
1 Plazo temporal
El inversor aficionado tiene como objetivo conseguir la máxima rentabilidad en el período de tiempo más corto posible.
El maestro de la inversión por el contrario tiene un objetivo de inversión a largo plazo.
2 Gratificación instantánea
El aficionado busca la gratificación instantánea, es incapaz de esperar a que maduren las inversiones, cuando tiene algún tipo de beneficio vende rápidamente.
En cambio el máster sabe retrasar la gratificación para el futuro, tiene una estrategia y no piensa en beneficios y pérdidas sobre el papel, sino que busca a largo plazo que sus inversiones den sus frutos.
3 Abandono
El aficionado acaba dejando de invertir, se desanima al no tener los resultados esperados en el corto plazo.
En cambio, el maestro no abandona nunca, una vez empieza a estar comprometido va a seguir hasta conseguir su propósito, que no es otro que convertirse en inversor profesional, convertir sus inversiones en un activo más de su patrimonio.
El aficionado lo prueba una vez y si no va bien abandona, el máster lo prueba muchas veces y sigue hasta que obtiene la maestría.
4 Síndrome de objeto brillante
El aficionado se distrae fácilmente con cualquier objeto brillante, puede ser una nueva estrategia, un nuevo producto, un nuevo broker, un nuevo método, nunca sigue con la aproximación que ha comenzado.
El máster por el contrario se focaliza en procesos, una vez escogido el proceso inversor irá cada vez profundizando más en busca de la mejora constante, repitiendo y mejorando todo el proceso hasta alcanzar la maestría.
5 Superficie
El aficionado siempre nada por la superficie, es incapaz de adentrarse en las profundidades, de asumir riesgos, de aprender, y ¿sabes porque? porque tiene miedo, miedo al fracaso, miedo a perder.
El máster no tiene miedo, siente respeto pero se adentra y profundiza cada día, él sabe que a largo plazo es ganador.
6 Compromiso
El aficionado no está comprometido, no se pone de lleno a hacer de inversor, siempre esta pensando en un plan «B» por si no sale bien, siempre tiene una vía de escape, una excusa.
El máster está tanto comprometido que ha quemado todas las naves, no hay vuelta atrás, sabe que saldrá bien, está dentro su plan vital.
7 Inversión
El aficionado no invierte en cursos, en conocimientos, tiempo, en buscar su camino, tampoco pone mucho dinero, pone poca cantidad y lo juega todo a cara o cruz.
El máster pone todo lo que puede, saca tiempo para informarse, y diversifica las inversiones, no se lo juega todo con el último producto exótico a cara o cruz para doblar en una semana.
8 Arrogancia
El aficionado dice que lo conoce todo, que lo ha leído todo, que lo ha probado todo, hace especulaciones de lo que los demás saben, de cómo actúan los mercados y el resto de los inversores, pero la verdad es que tiene poca o ninguna experiencia.
Conclusión sobre tipo de inversor
El máster ha escogido su manera de invertir y siempre actúa igual, sabe que no lo conoce todo, pero día a día va adquiriendo experiencia ya que no abandona nunca la tarea. Es así como ha creado su personalidad humilde.
¿De cuál de los dos tipos de inversor tienes más características? Comenta aquí debajo.
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