Muchos inversores no se conforman con la estrategia de inversión de gestión pasiva o indexada, sino que quieren batir los índices bursátiles, al menos en una parte del capital destinado a inversión.
El problema que les surge es escoger una estrategia ganadora a largo plazo, y que puedan seguir sin dudar a lo largo del tiempo.
El inversor tiene por tanto dos problemas, como elegir una estrategia de inversión, ya sea vía compra directa acciones, con ETFs, o fondos de inversión, y saber si tiene suficiente estómago para seguirla al pie de la letra.
El estómago es muy importante, tanto o más que la estrategia, ya que hay muchos estudios que demuestran que el inversor nunca obtiene el mismo retorno que el fondo o acción donde invierte.
El inversor aficionado compra y vende persiguiendo resultados pasados. Compra activos que ya han subido y vende los que ya han caído.
Por lo tanto, vemos que el inversor tiene un problema de disciplina. Pero ¿por qué tiene este problema que le lleva a no conseguir nada a largo plazo?
Principalmente no tiene la disciplina necesaria para aferrarse a una estrategia en concreto, para que no entiende que hay detrás de la gestión.
Para seleccionar una estrategia activa de inversión y tener la seguridad de que la seguirás a lo largo del tiempo debes conocer tres cosas.
1 Filosofía de inversión
El pilar más importante a considerar por el inversor es si la filosofía de inversión del gestor, o la que utiliza él mismo para la compra de acciones, se alinea en la manera de entender los mercados de uno mismo.
Conocer las ineficiencias que se explotan en el mercado a la hora de invertir es esencial.
2 El proceso de inversión
Junto con la filosofía, el inversor debe entender el proceso de toma de decisiones, desde la idea hasta la ejecución. Ver paso a paso cómo se toman las decisiones de compra y venta, ayudará a entender el comportamiento de su cartera.
Si él mismo hace la gestión, deberá tener un proceso sistemático a seguir contrastado.
3 Resultados
Al final los resultados son clave. No importa lo buena que es la filosofía y el proceso inversor seguido, si no produce buenos resultados.
Para poder invertir con tranquilidad tienes que mirar la persistencia de los resultados.
En lugar de mirar el riesgo o los retornos producidos en un momento concreto de tiempo, puedes mirar como van cambiando periodo a periodo, por ejemplo en un plazo de tiempo de uno a cinco años.
De esta manera entenderás cómo se comporta la estrategia en diferentes condiciones de mercado.
Para saber más sobre diferentes estrategias de inversión lee [5 tipos de estrategias de inversión].
Busca una estrategia que cumpla estos requisitos, y síguela siempre. Habrás conseguido ser un inversor de éxito.
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