Los buenos resultados atraen a los inversores que van detrás de los rendimientos. Los atribuyen a la habilidad del gestor aunque se hayan obtenido en periodos cortos de tiempo.
Los inversores obvian el papel que juega la aleatoriedad en el historial de resultados, y muchos asumen que resultados pasados son buenos predictores de resultados futuros.
Tienes que entender que los resultados incluyen los dos, habilidad y suerte, y que cuando analizamos resultados por un espacio de tiempo corto, la habilidad es difícil de detectar.
Podríamos tener el caso por ejemplo de un gestor sin ninguna habilidad, que está teniendo una racha de suerte, o también un gestor con malos resultados, que está sufriendo un período de mala suerte, no lo podemos saber.
Por lo tanto, separar habilidad de suerte en pequeños períodos de tiempo no es fácil.
1 Un ejemplo de suerte
Si tiramos una moneda al aire 1000 veces, todos sabemos que el ratio será 50/50 cara/cruz. Pero si la tiramos sólo 10 veces, el resultado puede ser muy diferente debido a la aleatoriedad que conlleva tener una muestra pequeña.
Este es un claro ejemplo de suerte, ya que domina el resultado obtenido a corto plazo, pero a largo, las probabilidades reales acabarán prevaleciendo.
2 Un ejemplo de más suerte que habilidad
Si seguimos estrategias que han sido ganadoras recientemente con un periodo demasiado corto, puede causarnos la falsa conclusión de que existe una habilidad en el gestor y que es la parte dominante de los resultados.
Pero según el tipo de estrategia, historiales con décadas de resultados pueden ser demasiado cortos para saber si estamos ante suerte o habilidad.
Para tener una confianza del 95% en los resultados del gestor, necesitamos más de 13 años de resultados, lo que no tienen la mayoría de gestores.
3 Un ejemplo de más habilidad que suerte
Muchos inversores de éxito tienen estrategias de inversión que son peores que el 50/50.
Por ejemplo, los gestores de estrategias de gestión de futuros gestionados, conocidos por seguir tendencias, suelen tener sólo el 40% de los negocios ganadores.
Sin embargo, hay una ventaja estadística en estas estrategias demostrada con más de 30-40 años de resultados.
Conclusión
No persigas resultados como inversor, no te dejes llevar por el marketing o te saldrá caro.
Los fondos de inversión que ahora son buenos, tenderán a resultados mucho peores que los actuales. Esto es especialmente cierto cuando cogemos los mejores gestores o fondos de entre un grupo muy grande.
Recuerda, los resultados son una combinación de suerte y habilidad. Si tenemos resultados para un corto periodo de tiempo, será imposible saber si el gestor tiene alguna habilidad.
Si inviertes en estos fondos seguramente estarás poniendo dinero en gestores sin habilidad, dejando de lado los buenos pero con mala suerte temporal. Es un error terrible.
Y tú, ¿persigues resultados? Comenta aquí debajo.
Si te ha gustado, comparte en las redes sociales y haz like en mi página de facebook.