Las dos emociones que debes tener para mantenerte rico son el miedo y la humildad.
No sólo tienes que adquirir las habilidades para hacerte rico, también las habilidades para mantenerte rico.
En los años veinte del siglo pasado mucha gente se hizo rica en bolsa. Incluso en la caída Jesse Livermore un conocido bolsista en aquellos tiempos, se hizo increíblemente rico.
Lo que sorprende es como una persona como él con tanta habilidad para hacerse rico, quebró hasta 4 veces durante su vida.
Tanto las empresas como las personas son vulnerables a ciclos. Estos ciclos se deben al éxito. El éxito hace cambiar su comportamiento y por lo tanto se hacen vulnerables.
Hacerse rico puede ser el principal impedimento para mantenerse rico.
Cuanto más éxito tengas en algo, más convencido estás de hacerlo bien. Cuanto más convencido de que lo estás haciendo bien, menos abierto estás a cambiar. Cuanto menos abierto estás a cambiar, más probabilidades hay de quebrar en un mundo que cambia constantemente.
Hay un millón de maneras de enriquecerse. Pero sólo hay una manera de mantenerse rico: la humildad, a menudo hasta la paranoia.
La ironia es que pocas cosas aplastan la humildad tanto como enriquecerse en primer lugar.
Es por ello que la composición de las empresas del Dow Jones cambia tanto con el paso del tiempo y que la lista de multimillonarios de Forbes tiene un 60% de rotación por década.
Andy Grove, fundador de Intel, lo dijo así:
«El éxito empresarial contiene las semillas de su propia destrucción».
Andy Grove, fundador de Intel
La incapacidad de pensar diferente se convierte en autocomplacencia y en el deseo de mantener las cosas iguales.
Harvard Business Review escribió sobre la filosofía de gestión de Grove en 1996:
Grove cree que al menos un poco de miedo es sano, sobre todo en organizaciones que han tenido éxito. El miedo puede ser un antídoto saludable para la complacencia que a menudo genera el éxito.
Harvard Business Review
Ni habilidad, ni conocimiento del mercado, ni siquiera trabajo duro.
Miedo y humildad.
La humildad no significa asumir menos riesgos. Hay que arriesgar entrando en nuevas industrias, con nuevos enfoques y nuevos socios.
Saber que el trabajo funcionó ayer no significa que funcionará mañana.
Tras su tercera ruina, Livermore reconoció su error: enriquecerse lo hacía sentir invencible y sentirse invencible le llevó a doblar sus posiciones, que fue catastrófico cuando el mundo cambió y el mercado se volvió en su contra.
Gestor español cae la misma trampa 90 años después
Hace poco un gran gestor español, Paramés, cometió un gran error con una empresa, Aryzta.
Yo diría que el error no fue tanto adquirir una empresa como la ponderación con la que la adquirió.
Ya ves que el mejor gestor reconocido de la historia de España con un rendimiento anual medio del 11%, puede cometer el error más viejo que hay en el mundo de la inversión. Si él cae tras muchos inversión de éxito, tú también puedes caer.
Perdió la humildad y el miedo. Concentró demasiado riesgo en una acción por la sobre confianza y el éxito pasado. su modelo de inversión discreciona no lo ayudó. No había un control sistemático del riesgo que asumía.
Conclusión sobre mantenerse rico
Hacer bien una actividad te lleva a la autocomplacencia y asumir más riesgos de los necesarios. La avaricia y la sobre confianza en las habilidades de uno mismo son uno de los peligros más grandes que tienes.
No bajes nunca la guardia.
Por eso soy sistemático, sigo siempre las reglas y no las desobedezco nunca. Ha costado mucho tener un modelo validado. Si no sigo las reglas sé que no estoy invirtiendo adecuadamente.
Quizá no tendrás las reglas de inversión codificadas como yo.
Quizá actuarás como Parames, de manera discrecional, por eso tú tienes que ser más consciente de no perder el miedo y la humildad si quieres mantener el patrimonio que tantos años te ha costado a ti o a tus antepasados reunir.
Si te ha gustado comparte en las redes aquí debajo.